Para los catequistas que transmiten activamente la Palabra de Dios a otros, enseñar la fe puede llegar a ser casi una segunda naturaleza. Por ejemplo, en mi escuela, cada día incorporamos en el currículo los Principios Básicos del Jesuita y reflexionamos sobre nuestras propias acciones a través de la oración. En mi clase Pre-Kinder, usamos estos principios para hablar de bondad y amar a otros como nos enseñó San Ignacio. De una manera especial, mis estudiantes están aprendiendo cómo ser buenos amigos y amar a otros como lo hizo Jesús.
En la Arquidiócesis de Washington (ADW), el currículo religioso tiene estándares por los que su contenido se mide y se evalúa-como cualquier otra área temática en la escuela. De hecho, ADW está tratando de apoyar a los catequistas en hacer más para colaborar y mantener a los niños comprometidos y entusiasmados con el aprendizaje de su fe. El desarrollo profesional de los catequistas es crucial para una escuela, parroquia o comunidad. Aprender a ser mejores testigos de la fe asegura que nuestros hijos reciban la mejor formación de conciencia que puedan obtener.
Aunque hay personas certificadas y educadas para enseñar como catequistas, la mayoría de nosotros ya estamos cumpliendo ese deber como adultos llenos de fe en la Iglesia que testimonian y difunden el Evangelio. A continuación, hay una lista que he compilado de una descripción de un catequista. Después de leerlo, ¿te sientes llamado a ser uno de ellos?
1. Conoces el Signo de la Cruz.
2. Disfrutas creciendo en tu fe hacia una relación profunda con Cristo.
3. Te gusta divertirte y jugar.
4. Puedes rezar el Padre Nuestro, Ave María y el Gloria.
5. Te gusta trabajar con niños de diferentes edades.
6. Sabes y has experimentado el amor de Dios y quieres compartir ese amor con los demás.
7. Te gusta leer y aprender sobre historias de la Biblia y los Santos.
8. Te esfuerzas por ser una persona honrada y también en tu empresa.
9. Te sientes llamado por tu Bautismo a responder al llamado de Jesús al ministerio.
10. Te gusta enseñar a otros de manera real y significativa.
Pregunta para la reflexión: ¿Cómo puedes enseñar la fe a los demás en tu vida cotidiana?
*Esta publicación esta publicada originalmente el 23 de Mayo*
Escribe, Krissy Kirby es maestra de la Arquidiócesis de Washington, D.C.