El tiempo de Adviento de este año ha sido muy corto, y seguidamente la Cuaresma empezó muy rápido , me parece que aún estuviera reflexionando sobre los Misterios del tiempo de Navidad. Me imagino que todavía estoy sentada en la Iglesia de mi parroquia reflexionando sobre los Reyes Magos que traen los regalos al Niño Jesús, reflexionando sobre la idea de que un niño causó la conversión. Hombres sabios fueron al encuentro de un bebé nacido en un establo para animales. Preferiría quedarme en ese momento de esperanza y alegría en lugar de entrar en la sangre derramada y el sacrificio de la Pasión.
Hace unas semanas, estaba leyendo una reflexión en el Magnificat, un complemento de la Misa diaria sobre la conversión del ladrón en la Cruz. El autor mencionó que el ladrón pasó por una conversión al encontrarse con el Señor, ensangrentado, golpeado, al borde de la muerte. El autor pregunta: "¿Qué es lo que trajo la conversión al ladrón?" Jesús estaba en una posición de vergüenza, sin embargo, el ladrón buscó el arrepentimiento y la salvación. ¿Cómo podría ser esto? Jesús como el Mesías pero difícil de creer por su apariencia y vulnerabilidad en la Cruz.
Jesús como un niño envuelto en pañales y Jesús en la Cruz tienen la capacidad y el deseo de convertir almas. Él quiere nuestros corazones. La Navidad parece tan bellamente adornada; Jesús como niño es más dulce, más cálido, más accesible. Sin embargo, la conversión del ladrón en la cruz nos invita a acercarnos al Señor magullado y golpeado con nuestras propias pruebas y dificultades. Estaba atemorizada de acercarme a la oscuridad de la Cuaresma, olvidando que Jesús quiere estar con nosotros, en su vulnerabilidad, incluso en nuestros tiempos difíciles. Ya sea que estemos huyendo del sufrimiento, sufriendo un juicio o en un tiempo estancado espiritualmente, no debemos poner límites al deseo de acercarnos a Jesús, especialmente al iniciar el tiempo de la Cuaresma.
Si estás luchando para comenzar este tiempo de Cuaresma, deseando quedarte atrás en la luz y la alegría de la temporada navideña como mi esposo y yo, recuerda que Jesús quiere entrar en tu camino cuaresmal, en cada estación de tu vida. Si te abres a él como el buen ladrón lo hizo en la cruz, él podrá y estará presente para ti durante este tiempo de ayuno y preparación. Recemos para tener los corazones abiertos a las gracias de Dios durante la Cuaresma, abiertos a un encuentro y conversión con Cristo en cada momento del corazón.
Pregunta para la reflexión: ¿Estás luchando para iniciar el tiempo de Cuaresma? ¿Cómo podrías invitar más profundamente a Cristo en tu camino de Cuaresma?
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Elizabeth Bigelow recibió su Maestría en Liderazgo para la Nueva Evangelización en el Instituto Augustine en Denver, Colorado.