DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS PARTICIPANTES EN EL CAPÍTULO GENERAL DE LA SOCIEDAD DEL APOSTOLADO CATÓLICO (PALOTINOS)
Sala Clementina
Lunes, 10 de octubre 2016
A LOS PARTICIPANTES EN EL CAPÍTULO GENERAL DE LA SOCIEDAD DEL APOSTOLADO CATÓLICO (PALOTINOS)
Sala Clementina
Lunes, 10 de octubre 2016
Queridos hermanos y hermanas, ¡bienvenidos!
Me complace darle la bienvenida con motivo de su vigésima primera Asamblea General. Saludo de corazón y agradezco al Superior General por sus palabras. Extiendo mi saludo a todos los miembros de la Sociedad del Apostolado Católico ya todos los que comparten el carisma de San Vicente Pallotti. Él se ha convertido en un faro iluminador e inspirador en la Iglesia. Su carisma es un don precioso del Espíritu Santo, porque ha suscitado y suscita diversas formas de vida apostólica y exhorta a los fieles a participar activamente en el testimonio evangélico.
Su fundador se dio cuenta de que para vivir en comunión con Dios, se debe poner en el centro a Jesucristo, "el Modelo divino de todo el género humano" (Obras completas II, p. 541). En este Año Santo de la Misericordia, me gusta recordar que Vicente Pallotti tuvo el don de reconocer que Jesús es el Apóstol del Padre, inmenso en el amor y rico en misericordia, es Él el que cumple su misión, al revelar a todo el mundo la ternura del amor y la infinita misericordia del Padre. Este misterio de la paternidad de Dios, que se abre a cada hombre, a través de la obra del Hijo, con el corazón lleno de amor y compasión, adquiere especial importancia en nuestro tiempo.
Ante nuestros ojos transcurren cada día escenas de violencia, rostros sin piedad, corazones endurecidos y desolados. Tenemos tanta necesidad de recordar a aquel Padre, cuyo corazón piensa en todos y quiere la salvación de todos los hombres. La misericordia es "el poder que vence todo, que llena el corazón de amor, y que consuela con el perdón" (Bula Misericordiae Voltes, 9).
Las reflexiones de su Asamblea General se han centrado en las siguientes palabras de su santo Fundador: "La regla fundamental de nuestra mínima Congregación es la vida de nuestro Señor Jesucristo, para imitarlo con humildad y confianza, con toda la perfección posible en todas las obras de la vida oculta y del ministerio evangélico" (Obras completas III, pág. 40). A la luz de estas valiosas enseñanzas, cada miembro de la familia Palotina está llamado a poner como fundamento de su existencia a la persona de Cristo y el fiel seguimiento de Él.
Contemplando la vida de Jesús y mirando a nuestra vida como peregrinos en este mundo con tantos desafíos, sentimos la necesidad de una profunda conversión y la urgencia de reavivar la fe en Él. ¡Solo así podremos servir a nuestro prójimo en la caridad! Cada día estamos llamados a renovar nuestra confianza en Cristo, y de su vida tomar la inspiración para cumplir con nuestra misión, porque “Jesús es «el primero y el más grande evangelizador». En cualquier forma de evangelización, el primado es siempre de Dios, que quiso llamarnos a colaborar con Él e impulsarnos con la fuerza de su Espíritu”. (Evangelii gaudium, 12).
Queridos hermanos, os animo a continuar su camino con alegría y esperanza, comprometiéndose con todo el corazón y con todas sus fuerzas, a fin de que el carisma de su fundador traiga abundantes frutos también en nuestro tiempo. A él le gustaba decir que la llamada al apostolado no está reservada a algunos, sino que se dirige a todos, "independientemente de su condición, de su estado, su profesión, su fortuna, todo el mundo puede hacer su parte" (Obras completas IV, p. 346). La Unión de Apostolado Católico, que es portadora del carisma de san Vicente Pallotti, ofrece muchos espacios y abre nuevos horizontes para participar en la misión de la Iglesia. Por ello está llamada trabajar con renovado vigor para despertar la fe y reencender la caridad, especialmente entre la población más vulnerable, pobre espiritual y materialmente. En esto, siéntanse sostenidos con el ejemplo de tantos de sus hermanos, auténticos testigos del Evangelio, que han dedicado su vida a servir a los demás. Yo mismo los he conocido durante mi servicio pastoral en la Argentina, y conservo un grato recuerdo.
Pueden ayudar a cuántos encuentren durante su ministerio, a redescubrir el inmenso amor de Dios en nuestras vidas. Tras los pasos de San Vicente Pallotti, que se consideraba un milagro de la misericordia de Dios. Él escribió: "Oh Jesús mío, en ti brilla el exceso incomprensible de tu infinito amor y de tu misericordia infinita" (Obras completas XIII, p 169 ).
Encomiendo a todos a la protección de María Santísima, que San Vicente Pallotti veneraba especialmente como Reina de los Apóstoles. Ella, ejemplo eficaz del celo apostólico y de la caridad perfecta, nos invita a orar sin cesar para invocar los dones del Espíritu Santo sobre los apóstoles de hoy, a fin de que el Evangelio de su Hijo pueda ser proclamado en todas las partes del mundo. Me encomiendo a sus oraciones, y, mientras les auguro los mejores frutos para su Asamblea, les imparto de corazón la Bendición Apostólica
Me complace darle la bienvenida con motivo de su vigésima primera Asamblea General. Saludo de corazón y agradezco al Superior General por sus palabras. Extiendo mi saludo a todos los miembros de la Sociedad del Apostolado Católico ya todos los que comparten el carisma de San Vicente Pallotti. Él se ha convertido en un faro iluminador e inspirador en la Iglesia. Su carisma es un don precioso del Espíritu Santo, porque ha suscitado y suscita diversas formas de vida apostólica y exhorta a los fieles a participar activamente en el testimonio evangélico.
Su fundador se dio cuenta de que para vivir en comunión con Dios, se debe poner en el centro a Jesucristo, "el Modelo divino de todo el género humano" (Obras completas II, p. 541). En este Año Santo de la Misericordia, me gusta recordar que Vicente Pallotti tuvo el don de reconocer que Jesús es el Apóstol del Padre, inmenso en el amor y rico en misericordia, es Él el que cumple su misión, al revelar a todo el mundo la ternura del amor y la infinita misericordia del Padre. Este misterio de la paternidad de Dios, que se abre a cada hombre, a través de la obra del Hijo, con el corazón lleno de amor y compasión, adquiere especial importancia en nuestro tiempo.
Ante nuestros ojos transcurren cada día escenas de violencia, rostros sin piedad, corazones endurecidos y desolados. Tenemos tanta necesidad de recordar a aquel Padre, cuyo corazón piensa en todos y quiere la salvación de todos los hombres. La misericordia es "el poder que vence todo, que llena el corazón de amor, y que consuela con el perdón" (Bula Misericordiae Voltes, 9).
Las reflexiones de su Asamblea General se han centrado en las siguientes palabras de su santo Fundador: "La regla fundamental de nuestra mínima Congregación es la vida de nuestro Señor Jesucristo, para imitarlo con humildad y confianza, con toda la perfección posible en todas las obras de la vida oculta y del ministerio evangélico" (Obras completas III, pág. 40). A la luz de estas valiosas enseñanzas, cada miembro de la familia Palotina está llamado a poner como fundamento de su existencia a la persona de Cristo y el fiel seguimiento de Él.
Contemplando la vida de Jesús y mirando a nuestra vida como peregrinos en este mundo con tantos desafíos, sentimos la necesidad de una profunda conversión y la urgencia de reavivar la fe en Él. ¡Solo así podremos servir a nuestro prójimo en la caridad! Cada día estamos llamados a renovar nuestra confianza en Cristo, y de su vida tomar la inspiración para cumplir con nuestra misión, porque “Jesús es «el primero y el más grande evangelizador». En cualquier forma de evangelización, el primado es siempre de Dios, que quiso llamarnos a colaborar con Él e impulsarnos con la fuerza de su Espíritu”. (Evangelii gaudium, 12).
Queridos hermanos, os animo a continuar su camino con alegría y esperanza, comprometiéndose con todo el corazón y con todas sus fuerzas, a fin de que el carisma de su fundador traiga abundantes frutos también en nuestro tiempo. A él le gustaba decir que la llamada al apostolado no está reservada a algunos, sino que se dirige a todos, "independientemente de su condición, de su estado, su profesión, su fortuna, todo el mundo puede hacer su parte" (Obras completas IV, p. 346). La Unión de Apostolado Católico, que es portadora del carisma de san Vicente Pallotti, ofrece muchos espacios y abre nuevos horizontes para participar en la misión de la Iglesia. Por ello está llamada trabajar con renovado vigor para despertar la fe y reencender la caridad, especialmente entre la población más vulnerable, pobre espiritual y materialmente. En esto, siéntanse sostenidos con el ejemplo de tantos de sus hermanos, auténticos testigos del Evangelio, que han dedicado su vida a servir a los demás. Yo mismo los he conocido durante mi servicio pastoral en la Argentina, y conservo un grato recuerdo.
Pueden ayudar a cuántos encuentren durante su ministerio, a redescubrir el inmenso amor de Dios en nuestras vidas. Tras los pasos de San Vicente Pallotti, que se consideraba un milagro de la misericordia de Dios. Él escribió: "Oh Jesús mío, en ti brilla el exceso incomprensible de tu infinito amor y de tu misericordia infinita" (Obras completas XIII, p 169 ).
Encomiendo a todos a la protección de María Santísima, que San Vicente Pallotti veneraba especialmente como Reina de los Apóstoles. Ella, ejemplo eficaz del celo apostólico y de la caridad perfecta, nos invita a orar sin cesar para invocar los dones del Espíritu Santo sobre los apóstoles de hoy, a fin de que el Evangelio de su Hijo pueda ser proclamado en todas las partes del mundo. Me encomiendo a sus oraciones, y, mientras les auguro los mejores frutos para su Asamblea, les imparto de corazón la Bendición Apostólica